1 Tesalonicenses 2:8-10

Nueva Biblia de las Américas

⁸ Teniendo así un gran afecto por ustedes, nos hemos complacido en impartirles^(A) no solo el evangelio de Dios^(B), sino también nuestras propias vidas^[a], pues llegaron a ser muy amados para nosotros. ⁹ Porque recuerdan, hermanos, nuestros trabajos y fatigas^(C), cómo, trabajando de día y de noche^(D) para no ser carga^(E) a ninguno de ustedes, les proclamamos el evangelio de Dios^(F).

¹⁰ Ustedes son testigos, y también Dios^(G), de cuán santa, justa e irreprensiblemente nos comportamos^[b] con ustedes^(H) los creyentes.